Cinco métodos Efectivos para limpiar las rejillas del horno de manera fácil y rápida

Las rejillas del horno son una de sus partes más importantes, pero también pueden ser una de las más sucias. La grasa, los restos de comida y la suciedad incrustada pueden darles una apariencia desagradable y hasta hacer que la comida sepa mal. Si estás buscando una forma de limpiar fácil y rápido las rejillas del horno, tenemos algunos trucos. Aquí tienes cinco métodos efectivos para limpiarlas de forma sencilla y eficaz:

Cómo limpiar rápidamente las rejillas de horno paso a paso

Este es uno de los métodos más rápidos y fáciles para limpiar las rejillas del horno. Todo lo que necesitas es agua caliente y jabón para platos.

1. Llena el fregadero o la bañera con agua caliente. 
2. Agrega unas gotas de jabón para platos al agua.
3. Sumerge las rejillas del horno en el agua jabonosa.
4. Deja las rejillas en remojo entre 30 minutos y una hora.
5. Usa un estropajo o un cepillo para acabar de desprender la suciedad. 
6. Enjuaga las rejillas con agua caliente.

1. Usar pastillas de lavavajillas para limpiar las rejillas del horno

Este es otro método rápido y fácil para limpiar las rejillas del horno. Todo lo que necesitas es una cápsula para limpiar el lavavajillas.

1. Coloca tus rejillas del horno en una bolsa de basura grande.
2. Abre la cápsula de lavavajillas y vierte su contenido en la bolsa.
3. Cierra la bolsa y séllela herméticamente.
4. Deja que las rejillas reposen en la bolsa durante 30 minutos a una hora.
5. Saca las rejillas de la bolsa y usa una esponja o cepillo para fregarlas y limpiarlas.
6. Enjuaga las rejillas con agua caliente.

2. Limpiar las rejillas del horno con bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es un abrasivo natural que puede ayudar a eliminar la grasa y la suciedad de las rejillas del horno.

1. Mezcla partes iguales de bicarbonato de sodio y agua para crear una pasta.
2. Aplica la pasta a tus rejillas del horno con una esponja.
3. Deja que la pasta repose entre 30 minutos y una hora.
4. Usa un estropajo o un cepillo para fregar las rejillas y limpiarlas.
5. Enjuaga las rejillas con agua caliente.

3. Cómo limpiar las rejillas del horno usando papel de aluminio

Este método lleva un poco más de tiempo, pero puede eliminar eficazmente la grasa y la suciedad más difíciles.

Cubre una bandeja para hornear con papel de aluminio.
Coloca tus rejillas del horno sobre el papel de aluminio.
Vierte agua caliente sobre las rejillas hasta que estén completamente sumergidas.
Agrega unas gotas de jabón para platos.
Deja las rejillas en remojo entre 30 minutos y una hora.
Usa una esponja o cepillo para fregar las rejillas y limpiarlas.
Enjuaga las rejillas con agua caliente.

4. Limpiar las rejillas del horno con detergente para ropa 

El detergente para ropa es otro agente de limpieza inesperado pero efectivo para las rejillas del horno. Así es cómo puedes hacerlo:

1. Mezcla unas gotas de detergente líquido para ropa con agua caliente en tu fregadero o bañera 
2. Sumerge las rejillas del horno en la solución y déjalas en remojo durante al menos 15 minutos.
3. Frota las rejillas con una esponja o estropajo y enjuágalas a fondo con agua tibia.

5. Limpiar las rejillas del horno con amoníaco

El amoníaco también es un agente de limpieza potente que combate la grasa pesada y los alimentos quemados. Eso sí, úsalo con precaución y asegúrate de tener una ventilación adecuada:

1. Usa guantes protectores y una mascarilla.
2. Mezcla amoníaco con agua caliente en un área bien ventilada.
3. Sumerge las rejillas del horno en la solución y déjalas en remojo durante no más de 15 minutos.
4. Retira cuidadosamente las rejillas de la solución y enjuágalas a fondo con agua tibia para eliminar todos los rastros de amoníaco.

Conclusión

El método que elijas para limpiar tus rejillas de horno dependerá de lo sucias que estén y cuánto tiempo tengas disponible. Si tus rejillas están solo ligeramente sucias, los métodos rápidos y fáciles, como remojarlas  agua y jabón o usar cápsulas de lavavajillas, pueden ser suficientes. Sin embargo, si tus rejillas están muy sucias, es posible que necesites un método más agresivo, como bicarbonato de sodio, papel de aluminio o amoníaco.

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